Los 11 tesoros perdidos más valiosos de la historia

La Habitación de Ámbar sigue siendo uno de los tesoros más famosos y misteriosos de la historia europea. La legendaria habitación, regalada al zar ruso Pedro el Grande por el rey prusiano Federico Guillermo en 1716, estaba hecha con varias toneladas de ámbar, piedras preciosas y pan de oro. Los paneles individuales estaban valorados en más de 2 millones de euros antes de la Segunda Guerra Mundial.

La Sala del Ámbar se considera perdida desde 1945. Tras ser robada del Palacio de Santa Catalina, cerca de San Petersburgo, la sala estuvo expuesta en el Palacio de Königsberg (Kaliningrado) desde 1941. Cuando el palacio se incendió en 1944, la sala fue desmontada, embalada en cajas y desapareció. Escondida en búnkeres subterráneos, en túneles mineros derrumbados en Alemania, Polonia o Lituania, o perdida en el mar a bordo de un submarino hundido, sigue siendo uno de los mayores misterios del tesoro sin resolver de nuestro tiempo.

Se dice que el tesoro de Yamashita es una de las mayores colecciones de botín de guerra jamás reunidas. Se dice que el alijo consiste en lingotes de oro, piedras preciosas y objetos sagrados, incluida una estatua de Buda de una tonelada, cuyo valor se estima actualmente en 20.000 millones de euros. Estos objetos de valor habrían sido confiscados en países del sudeste asiático durante la Segunda Guerra Mundial.

Se cree que el general Tomoyuki Yamashita escondió el tesoro en varios túneles secretos de Filipinas. Antes de que pudiera revelar su ubicación, fue ejecutado por crímenes de guerra en 1946. Persisten los rumores de que muchas de las cámaras del tesoro estaban protegidas por trampas de agua y minas, lo que hacía extremadamente peligrosa su recuperación.

La espada Honjo Masamune está considerada una de las mejores katanas japonesas jamás forjadas. Fabricada por el legendario espadero Masamune, la hoja se caracterizaba por un afilado excepcional y una calidad de acero sin igual, algo especialmente notable teniendo en cuenta la inconsistencia de los materiales disponibles en la época.

La espada se convirtió en un poderoso símbolo del shogunato Tokugawa y se transmitió de generación en generación. Desapareció tras la Segunda Guerra Mundial y aún se desconoce su paradero. Hoy en día, su valor se estima en más de 720.000 euros, aunque su significado cultural se considera incalculable.

El galeón San José fue uno de los barcos del tesoro más cargados de la historia, con más de 200 toneladas de oro, plata y esmeraldas. El 7 de junio de 1708, el barco que transportaba estas riquezas desde Colombia al rey Felipe V fue interceptado y hundido por la armada británica en el Caribe.

El pecio, descubierto frente a las costas de Cartagena (Colombia), está considerado como el tesoro hundido más valioso jamás hallado. Dado su inmenso valor cultural y financiero, su propiedad sigue siendo objeto de disputa a día de hoy.

Se dice que el Tesoro del Templo de Jerusalén contiene ofrendas preciosas de familias ricas de Jerusalén, así como objetos rituales del antiguo templo judío. El tesoro incluye monedas de plata, objetos de oro y artefactos legendarios como la Menora de Oro y la Mesa de Oro.

A lo largo de la historia, varios conquistadores han afirmado haber confiscado o trasladado estos objetos, pero su destino final sigue siendo un eterno misterio.

El oro del zar desempeñó un papel financiero crucial para el Imperio ruso durante la Primera Guerra Mundial. Estaba compuesto por enormes cantidades de lingotes de oro, platino y monedas de oro y plata, lo que lo convirtió en uno de los mayores tesoros conocidos de la historia del Imperio zarista.

Ante el avance de las tropas enemigas, el tesoro fue trasladado varias veces de ciudades como Varsovia, Kiev y Riga a Kazán y Nóvgorod. Según informes históricos, sólo a Kazán se llevaron hasta 500 toneladas de oro y 28 vagones de ferrocarril llenos de plata. Gran parte de este oro sigue sin rastrearse.

Se denomina oro nazi a la enorme cantidad de objetos de valor robados por el régimen nazi a particulares, bancos y países ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. La cantidad total asciende a unas 28 toneladas de oro puro, cuyo valor actual ronda los 5.000 millones de euros.

Muchas leyendas afirman que parte del oro estaba escondido por toda Europa: enterrado en pozos, oculto en castillos o hundido en lagos. Según un conocido informe, unidades de las SS escondieron 28 toneladas de oro en un pozo de Breslau antes de destruir la ciudad.

La Flota Española de la Plata era un sistema de convoyes comerciales creado en el siglo XVII para transportar mercancías entre España y sus colonias. Los barcos transportaban plata de las Américas y mercancías comerciales de Asia, que eran llevadas a través del Pacífico por medio de los galeones de Manila.

Muchos de los barcos de la flota se perdieron en tormentas o ataques piratas y sus cargamentos siguen sin descubrirse hasta hoy, inspirando a cazadores de tesoros de todo el mundo.

El legendario tesoro templario fue supuestamente escondido en 1307, cuando el rey Felipe IV ordenó el arresto de los Caballeros Templarios. El tesoro -consistente en monedas de oro, muebles engastados con piedras preciosas y documentos financieros- fue sustraído en secreto por los líderes de los templarios poco antes de que comenzara el arresto.

Las teorías modernas sugieren que el tesoro está escondido en lugares como Rennes-le-Château (Francia), la capilla de Rosslyn (Escocia) y el Pozo del Dinero de la isla de Oak (Canadá). A pesar de la intensa búsqueda, la ubicación del tesoro sigue siendo desconocida.

El tesoro de los Nibelungos se remonta al poema épico medieval alemán El Cantar de los Nibelungos. Según la leyenda, Hagen von Tronje hundió el tesoro en el Rin tras matar a Sigfrido. Se dice que el tesoro contiene 144 túmulos funerarios llenos de oro y piedras preciosas.

Aunque las cambiantes corrientes del río pueden haber enterrado o arrastrado el tesoro, los aficionados siguen buscándolo cerca de Worms, sede histórica de los borgoñones.

Se dice que la isla del Coco, una remota zona de Costa Rica, alberga no uno, sino tres tesoros piratas. Entre ellos figura el legendario tesoro de la iglesia de Lima, que fue secuestrado durante los disturbios políticos en Perú. Otros tesoros se atribuyen a los famosos piratas Benito Bonito y Edward Davies.

Se afirma que varios cientos de kilos de oro y plata están enterrados en algún lugar de la isla. Sin embargo, como la isla del Coco es ahora una reserva natural, se han suspendido temporalmente todas las actividades de búsqueda de tesoros para que los secretos de la isla permanezcan intactos.